EL HOMBRE COMO SER CONSTITUTIVAMENTE MORAL

Se afirma que somos, según cierta tradición de la filosofía moral hispana,75 seres constitutivamente morales, lo que significa, para decirlo en términos coloquiales, que “no nos queda de otra”. En esto, y, parafraseando ajean Paúl Sartre, estamos condenados a ser sujetos morales.

Desde los orígenes mismos de la humanidad, la conducta humana se enfrenta a la doble posibilidad de ser, precisamente “buena” o “mala”, digna o indigna del hombre. Así, la libertad implica siempre el riesgo humano de escoger tanto una conducta como otra. De ahí lo que en ética se conoce como ambigüedad humana.